Detrás de cada paciente oncológico…

Paciente V, de vida:
«No sé cómo me siento….
A veces, es como si nada me estuviera ocurriendo porque no tengo dolor y otros días duermo todo el rato porque mi cuerpo me pide repararse. 
A veces, siento todo igual hasta que me veo en el espejo calva y sin cejas….pero si tuviese pelo, algunos días no se diferenciarían de estar tumbada en el sofá a causa de un gripazo. Tampoco quiero indagar de forma consciente mi sentir, porque estoy bajita de defensas y, a veces, todo me provoca llanto: si me llaman por teléfono para a preguntarme cómo estoy me emociono al despedirme; si no me llaman desde hace días o semanas, siento que no soy tan importante como para que se tomen la molestia de perder 5 segundos de sus 24horas en mandarme ni un mensaje, y ahí también lloro. 
A veces, pienso: si atravesando esta enfermedad hay amigas, amigos y familia que no me dan ni esos 5 segundos a través de un «¿qué tal?», ¿qué tendría que ocurrirME para que se animaran a hacerlo? 
¿Alguna vez te has parado a imaginar que estuvieses semanas tumbada con dolor en todo el cuerpo y cansancio, sin apetito, con todo tu organismo alterado: función intestinal, sistema digestivo, cardiáco, etc….con Químio medio año de todo un año, sin pelo….y no recibieras mensajes o llamadas de tu gente querida? Eso te hace más agujero que el cáncer».
Recuerdo perfectamente mi primer paciente oncológico hace 9 años. Este trocito de un día de sesión permaneció mucho en mí.  Hasta que, años más tarde, pude sentir con mis propias tripas lo que en ese momento decía con palabras y sin ellas, sólo con su mirada cuando yo hacía silencio.
Detenerte en lo emocional te hace sufrir mucho….tienes que re-colocar tu deseo, tus ganas, ver tu cuerpo defendiéndose de un organismo vivo que quiere vivir dentro de ti, y del veneno que necesita beber para arrasar con todas las células malas y buenas, ya que eso son las «víctimas colaterales». Los mayores daños de toda guerra.
La respuesta psicosomática va a depender entonces de muchos factores, y entre ellos se encuentran, por un lado todo el entorno que rodea al paciente y por otro su posición subjetiva: cómo se va a colocar en este proceso.
Hay muchas circunstancias por las que un paciente con cáncer llega hasta la consulta de un psicoterapeuta. Diversos estudios muestran que asistir a terapia durante el proceso de la enfermedad se asocia a una mejor calidad de vida.
Elaborar el impacto psicológico que produce el diagnóstico no es igual hacerlo sólo que con un terapeuta a tu lado. Y recorrer el camino del tratamiento tampoco.
La palabra es la que hará que el paciente se Re-coloque, que cambie de posición ante lo que lo está dañando. Sacar la queja, elaborarla y darle forma para gobernar una parte interna que permita dar sentido. El paciente necesita «historiar» su enfermedad. Y encontrarse amado. 
Mi historia como paciente va de la mano de un superhéroe: mi cuidador, mi autoestima, mi ganas, mi empuje y mi tirón, mi espejo con mucho brilli-brilli y mi barra de labios flúor; mi bastón y mi brújula. Mi mami y mi enfermero. Mi paciencia y mi espera. «MI HÉROE SIN CAPA». (Os contaré en otro momento).
Se genera tal sufrimiento psicológico que normalmente van a aparecer síntomas de otros cuadros clínicos como son los síntomas de ansiedad y depresión. Con lo que ya no hay que combatir con tu cuerpo que enfermó sino también con tu psique.
Las alteraciones emocionales se compraron el abono a la montaña rusa y tu sonrisa sube y baja acomodada en ese vagón del que no sabe cómo bajar.
Cada persona tenemos un ritmo distinto….para contarlo, para pedir ayuda, para pedir atención o cuidados, para ser escuchados….no juzguemos.
Detrás de cada paciente oncológico hay un mundo.
Detrás de cada persona,una historia que la define. 

LAS 00:07

LAS 00:07

QUERIDO J.A. BAYONA:

En mi imaginario te escribo. Sabiendo que esta misiva va sin dirección. Es gracias a ti que he podido saber de la existencia de esta historia: “Un monstruo viene a verme”. No había leído la novela de Patrick Ness. Vuestra unión ha terminado de dar vida a algo que ya vivía desde hacía algún tiempo, pero que muchos desconocíamos y que el cine nos ha dado la oportunidad conocer.

Sigue leyendo